Frente a la sequía, las desaladoras pueden convertirse en una opción para hacer frente a la escasez de recursos hídricos en España, quinto país del mundo en capacidad de producción y primero de Europa
El nivel de los embalses españoles se sitúa en el 39,2% de su capacidad, según el último dato del Boletín Hidrológico publicado por el Ministerio de Transición Ecológica, unas cotas que no se alcanzaban desde la sequía de 1995. Para hacer frente a esta escasez comunidades autónomas y ayuntamientos han puesto en marcha restricciones para frenar su consumo en uno de los meses con mayor volumen de gasto de agua. En esta tesitura, las desaladoras se abren paso como una alternativa viable en períodos de sequía frente a los recursos hídricos tradicionales.
España apuesta por este modelo de obtención de agua potable en zonas costeras e islas. Según la Asociación Española de Desalación y Reutilización (Aedyr), en España se producen alrededor de 5.000.000 de metros cúbicos al día de agua desalada. En palabras de Domingo Zarzo, presidente de Aedyr, “el 9% del agua potable en España viene de desaladoras y hay lugares como Lanzarote y Fuerteventura donde la dependencia de esta es muy alta”.
“El 21% del agua que desalamos va hacia la agricultura”, afirma Zarzo, que puntualiza que “se destina también para usos industriales o para el consumo humano”. En nuestro país la titularidad del agua es pública y para hacer negocio con esta se necesita una concesión administrativa. “Las grandes plantas desaladoras son gestionadas por la empresa pública Acuamed, que depende del Ministerio de Transición Ecológica”. Aunque según el presidente de la asociación que agrupa a las desaladoras españolas “la operación y mantenimiento de las plantas suele ser subcontratada a empresas especializadas en su gestión por medio de un contrato público que sale a licitación por algunos años”.
Las desaladoras pueden usarse para tratar agua salada o agua salobre. El agua salobre es aquella que tiene un grado de salinidad intermedio entre el agua salada y el agua dulce. Es el agua de algunos pozos, agua de mares menos salados o aguas superficiales. Según los datos de Aedyr, en España hay actualmente 765 plantas desaladoras con producciones superiores a los 100 m³/día. De ellas, 360 son desaladoras de agua de mar y 405 de agua salobre. Los pobres, “desproporcionadamente afectados” por no poder adaptarse a la emergencia climática
Los pobres, “desproporcionadamente afectados” por no poder adaptarse a la emergencia climática
Domingo Zarzo insiste en que “se puede desalar, incluso, para mejorar la calidad de las aguas continentales, como por ejemplo la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) del Tajo en Madrid”. Sea cual sea el origen del agua, en los procesos de desalación se puede obtener un producto adaptado a los estándares requeridos por la legislación española de aguas potables, cuestión fundamental en tiempos de escasez y sequía.
El agua proveniente de las plantas de desalación “ha pasado a ser un complemento fundamental de la planificación hidrológica nacional en un sistema de precipitaciones tan irregular como el español con períodos de sequía recurrentes”, como apunta Joan O. Grimalt, profesor de investigación del CSIC experto en contaminación de aguas y atmósfera.
El proceso más común para transformar el agua salada en agua apta para el consumo es la ósmosis inversa. Este proceso capta el agua a través de una bomba de alta presión que la impulsa por unas membranas que dejan pasar el agua pero no las sales u otros contaminantes. Y aunque hablemos de agua, la desalación también genera residuos perjudiciales para el medio ambiente. BOE | Real decreto de medidas de apoyo al sector agrario contra la sequía
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En el proceso de desalación el agua se divide en dos corrientes: una de agua dulce, ya filtrada y apta para someterse a otros procesos previos a su suministro; y otra de agua en la que se quedan la sal y el resto de microorganismos depurados. Esta última se conoce como salmuera y presenta una concentración de sales dos veces superior a la del agua del mar, según los expertos. El presidente de Aedyr precisa que “por cada 100 litros de agua que entran, 45 son de agua producto y 55 de agua de rechazo o salmuera”. Según José Morillo, catedrático de Tecnologías del Medio Ambiente de la Universidad de Sevilla, “esta salmuera se vierte al mar y podría provocar efectos negativos en el medio ambiente marino como consecuencia del incremento de la salinidad en la zona en la que se produce el vertido”.
“Otro inconveniente que tienen las desaladoras es el importante consumo de energía eléctrica”, apunta este experto, aunque señala que “se ha reducido notablemente gracias a los sistemas de recuperación de energía”. Desde Aedyr reconocen estos inconvenientes y dicen haber mejorado en sus sistemas de vertido para atenuar los posibles efectos sobre el medio marino: “Diluimos la salmuera con más agua, desaguamos a través de difusores para facilitar la solución directa con el agua del mar, pero fundamentalmente realizamos estudios pormenorizados de impacto ambiental”.
Países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Kuwait o Qatar son los principales consumidores y productores de este tipo de agua. Estos 4 países poseen un tercio de las desaladoras de todo el planeta. Según el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos del año 2021, casi la mitad de la capacidad de desalinización (44%) se da en el mercado de Oriente Medio. La sequía crónica que padecen les empuja a usar esta fórmula para obtener agua con normalidad.
De acuerdo con datos de la International Desalination Association, organismo global de la desalación, en el mundo hay 19.000 plantas que producen unos 100 millones de metros cúbicos de agua al día. Una cifra nada desdeñable cuando el futuro de la disponibilidad del agua está en entredicho.
Boletín Hidrológico publicado por el Ministerio de Transición Ecológica
Datos de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (Aedyr)
Declaraciones de Domingo Zuazo, presidente de Aedyr
Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano
Declaraciones de Joan O. Grimalt, profesor de investigación del CSIC experto en contaminación de aguas y atmósfera
Declaraciones de José Morillo, catedrático de Tecnologías del Medio Ambiente de la Universidad de Sevilla
Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos del año 2021
International Desalination Association and Global Water Intelligence Release New Data in 30th Worldwide Desalting Inventory
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